Los humanos usamos la percepción del caballo como espejo de las respuestas que tenemos en nuestro interior pero que al intentar verbalizarlas son filtradas por el cerebros y se tiñen con miedos y dudas.
Los caballos no juzgan, no critican ni analizan. Nos muestran y nos reflejan la verdad que yace en nuestro interior.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario